¿Qué son las bolsas de ojeo y para qué sirve?
El ojeo se caracteriza por la cantidad de disparo que se produce durante una jornada. Por ello se lleva un gran número de cartuchos para estar a la altura de la situación. Y ahí entra en juego comprar unas buenas bolsas de ojeo y bolso para llevar la munición y que estén los cartuchos a disposición del cazador o de la persona que carga las escopetas.
Esta modalidad de caza menor tiene dos componentes fundamentales: los cazadores y los ojeadores.
Los cazadores.
Es la parte fundamental, por supuesto, y suele estar muy bien preparado. Equipado con todo lo necesario para disfrutar plenamente de este deporte. Suelen llevar dos o tres escopetas con sus respectivas
fundas y en general, lleva consigo un acompañante que se encarga de ir recargando las escopetas durante la jornada de caza.
Los ojeadores:
Éstos se sitúan en el extremo opuesto de los cazadores, y su función, a medida que van avanzando hacia donde están los puestos, es hacer ruido para que la perdiz salga en dirección a estos para luego ser abatidas. La dificultad está en procurar que las perdices no entre en la zona de abatidas todas junta, sino que entre de forma ordenada y homogénea para permitir al aficionado recargar sus escopetas.
Las bolsas de ojeo no solo se utilizan en esta modalidad de caza menor. Sino que también se emplea en caza de la paloma o el zorzal e incluso algunos cazadores la utilizan para la caza del conejo.
Otra modalidad, donde se hace uso de estas bolsas para cartuchos, es el tiro al plato. Donde, muy simplificado, el deportista da una señal para que le lance el plato y éste tiene que darle.